Te quiero ver esta tarde que mis extraños anhelos se van a juntar
al borde de la acequia y el sauce, donde algunas vez
mis pasos fueron niños y tus palabras eran mi horizonte.
Te quiero abrazar esta tarde en que el sol del tiempo
me trae tu rostro rojo y tierno y tu mano callosa me sostenía.
Quiero caminar por aquellos senderos que fueron mi infancia y sueño
verte en el campo de la esperanza.
Como serán esos amaneceres ya sin ti, sin tu canto galán
y tu orgulloso caballo, cuanto alumbraban las luciérnagas en esas noches
de misterio, de cuentos, de poesía entre el agua y el cerro.
Yo te quiero ver nuevamente entre las tierras del recuerdo
entre silencios que son los claros anuncios de tu paso por la vida
ahí en tu cabaña aferrado a tus cálidos cariños
presintiendo tal vez tu temprana despedida.